Pues ya lo dice la foto: genial, o, en otras palabras, de puta madre. Casi seis mil personas para un fin de semana de camisetas negras, vaqueros ajustados y pelos largos, góticos, punkys, rockers, rockeros carabamcheleros, tatuajes en los brazos, en las piernas, en los hombros, en la espalda, minifaldas para ellas y faldas escocesas para ellos, botas vaqueras, vikingos, orcos, fuegos infernales de épocas remotas y rock sinfónico, experimental, desnudo, clásico...
No deja de sorprenderme la capacidad del heavy metal para crear himnos de resonancias épicas. Lo demostraron los Helloween, con canciones como "Eagles fly free" o "I want out", o Lordi, con Hard Rock Hallelujah (cualquiera diría que con esta canción se ganó un festival de Eurovisión). También hubo tiempo para Apocalyptica, la sorpresa del festival sin duda, que rompieron las fronteras del género haciendo metal con violoncellos. No faltaron los reencuentros nostálgicos, como los de Michael Schenker, fundador de Scorpions, o White Lion, que llegaron a ser los competidores de Bon Jovi allá por los 80. Del norte pudimos ver los dos extremos de la balanza: las hordas vikingas de Turisas y Amon Amarth, por un lado, y el sofisticado rock sinfónico de los esperadísmos Nightwish.
Dos días de decibelios, muchos decibelios.
Las fotos las pongo en dos partes: la primera para el VIERNES y la segunda para el SÁBADO.
1 comentario:
Que gran festival! y que grandes las fotos!
Gracias por todo. ;)
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