miércoles, 29 de febrero de 2012

En La Habana


En La Habana, como en un yacimiento arqueológico, uno asiste al descubrimiento de los diferentes estratos que se han acumulado a lo largo de los siglos en sus calles y avenidas: la huella del pasado colonial español y el exotismo tosco y sencillo de su barroco, en combinación con la raíz caribeña; el refinado aroma francés del XIX; el utilitarismo estadounidense, residencial y casi de ciencia ficción, casi pop, de los años 40 y 50 del XX, frente al lujo de los hoteles de la mafia; la huella soviética, la realidad comunista, en la grandeza fría de algunos edificios y la pobreza de otros. Pero, sobre todo, uno tiene la impresión de estar en La Habana descubierta gracias a Guillermo Cabrera Infante, en esa ciudad que sufre caries descrita en "Tres Tristes Tigres" en 1964. Con textos de ese libro ilustro algunas de las fotos que me traje de allí.

"Estuvimos un rato hablando de ciudades, que es un tema favorito de Cué, con su idea de que la ciudad no fue creada por el hombre, sino todo lo contrario y comunicando esa suerte de nostalgia arqueológica con que habla de los edificios como si fueran seres humanos, donde las casas se construyen con una gran esperanza, en la novedad, una Navidad y luego crecen con la gente que las habita y decaen y finalmente son olvidadas o derruidas o se caen de viejas y en su lugar se levanta otro edificio que recomienza el ciclo."

lunes, 20 de febrero de 2012

Hoja de ruta para Lorca.


La Unión Europea espera que los ciudadanos de Lorca puedan decidir sobre cómo ha de llevarse a cabo la reconstrucción de su ciudad, devastada por los terremotos del 11 de mayo de 2011. Al menos, eso es lo que podría deducirse de algunos de los puntos en los que carga especialmente las tintas el informe elaborado por los expertos de la Comisión Europea que visitaron la ciudad el pasado mes de noviembre. Ya desde su introducción, el documento deja claro que en Lorca “se plantea una oportunidad que debe aprovecharse”.