jueves, 13 de enero de 2011

Entrevista a Antonio Saura, director de Alquibla Teatro

“Pásate por el teatro, claro, y hablamos. Vamos a estar toda la tarde”, dice Antonio Saura, director de Alquibla Teatro, al otro lado del teléfono. Desde las cuatro hasta las diez de la noche. Es el ensayo general el día previo al estreno de “Anfitrión”, de Plauto, en la versión realizada por Juan Ramón Barat. Después de 26 años al frente de la compañía, el estreno lo vive con los mismos nervios. “Los nervios son necesarios, es una tensión hermosa. Es ése momento que estamos deseando que llegue”, me cuenta Antonio, cuando ejerce de anfitrión en el Teatro Guerra de Lorca, donde este viernes 14 podremos ver su último montaje.

Me he colado en el ensayo general, me encanta ese momento de estar en la obra sin que todavía sea el momento. ¿Qué vamos a tener en esta adaptación de “Anfitrión”?

El espectador va a encontrar una extraordinaria comedia. Para mí “Anfitrión” es la mejor comedia del teatro greco-latino. Los comediógrafos y el concepto de comedia que tenemos hoy en día lo heredamos directamente de Plauto. Además, la versión que ha hecho Juan Ramón Barat es muy dinámica, muy lúcida. Ha conseguido actualizar los chistes del original y hacer la obra contemporánea, con situaciones delirantes. Ha reforzado la comicidad y la comprensión por parte del espectador. Para él sólo tengo elogios, ha hecho un trabajo que ha facilitado nuestra parte.


Habéis trasladado la acción a la pista de un circo. Lo que llama la atención es que, frente a otros montajes de la compañía como vuestro último “Tartufo”, éste destaca por un planteamiento escénico más sencillo.

Necesitábamos un espacio propicio para el juego, lúdico, en el que primase el ritmo de la comedia de Plauto exige. Sobre todo gracias a Adrián Liza, un joven escenógrafo que dará mucho que hablar. Llegamos a la conclusión de lo que Plauto exigía era un espacio como el circo: un espacio limpio basado en un círculo rojo, en el que se desarrolla toda la acción de la obra. Además, tiene la particularidad de que ninguno de los seis personajes sale de escena durante los 90 minutos que están en escena. Esto les impide desconectar del ritmo de la obra y permanecer siempre atentos.

Alquibla no suele escoger sus obras porque sí. Volviendo a “Tartufo”, por ejemplo, en plena crisis financiera su papel traía a la cabeza el de muchos brokers y gurús empresariales. ¿Qué hay de contemporáneo en este juego de poder y servidumbre que hay en “Anfitrión”?

En la obra hay un momento en el que Mercurio le pregunta a Sosias, el criado: “¿eres libre o esclavo?”. Y éste responde: “Yo soy esclavo de mi amos. Pero mi amo es esclavo de sus amos. Y esos amos, a su vez, son esclavos de otros amos”. La cadena no termina nunca. Nos ha apetecido divertirnos sobre lo caprichoso que es el poder y los poderosos. Siempre ante un poderoso caprichoso existe un Anfitrión: estamos dispuestos a ofrecer y entregar lo que sea con el fin de que nos favorezcan, con lo que necesitemos en cada momento, y sobre todo en tiempos de crisis, en los que buscamos alguien o algo que nos solucione los problemas que no somos capaces de solucionarnos nosotros mismos. La reflexión sería, en todo caso, pongámonos a trabajar, que nadie va a venir a solucionárnoslo. En el caso contrario, tendremos que hacer de Anfitrión y tendremos que poner un precio a nuestras ideas, nuestros valores, nuestra integridad. Es un ejercicio de teatro clínico.

Precisamente en tiempos de crisis, en los que se tiene que mirar mucho lo que se pone en escena, habrá quién diga que dónde vais a estas alturas con Plauto. ¿Es una apuesta arriesgada?

No, creo que en tiempos de crisis hacía falta una comedia divertida como ésta y prometerle al espectador que va a estar noventa minutos divirtiéndose. En otros momentos, como con el montaje de “Orestíada”, hemos enfrentado el teatro griego desde un punto de vista más trágico. Pero en este momento era mejor que nos divirtiésemos todos, el público y nosotros. Nos ha movido la máxima de “al mal tiempo buena cara”.

Y Alquibla Teatro, que siempre ha sido como una pequeña familia, ¿cómo está capeando el temporal?

Uno de los mayores méritos que le encuentro al estreno es que después de 26 años seguimos todavía con mucho que contar. Y sobre todo haber superado este 2009 y 2010, y a ver qué trae este aciago 2011. Para este año, lo que deseo es que pase lo antes posible. Pero es que los tiempos no son fáciles. La sociedad y los ciudadanos están muy decepcionados. Me obsesiona tanto que el próximo montaje de Alquibla seguro que versará sobre la decepción. Porque lo que encuentro no son sólo ciudadanos crispados que se quedan en el paro, lo que veo es que están decepcionados con el sistema, con sus políticos, con sus valores. Eso es lo que preocupa ahora y, aunque no es el tema de “Anfitrión”, seguro que será lo próximo en lo que trabaje.

Decepción. Seguro que esta noche el estreno "Anfitrión" no decepciona a nadie.

1 comentario:

ALQUIBLA TEATRO dijo...

Lázaro, amigo, estupenda entrevista al 'dire'. Gracias por todo. Alquibla Teatro.