"Ligeramente desenfocado" va más allá de la célebre anécdota de las fotos del Desembarco de Normandía realizadas por Robert Capa: se jugó la vida, realizó cientos de fotos, y apenas sobrevivieron unas cuantas tras un revelado desastroso en Londres. En sus memorias de la Segunda Guerra Mundial, Capa nos lleva de la mano por las oficinas y campamentos militares, por sus entresijos, por los bares de los hoteles, por las noches de whisky y los días de resaca acompañando a las tropas americanas en el norte de África, Italia, Francia...
Pero lo más asombroso del libro es su forma de contar las cosas, como si las palabras fueran como sus fotos: frases directas, sin artificios ni florituras. Su gramática está impregnada del realismo de esas imágenes a veces inconcebibles de civiles y militares armados. Sin ningún afán de proselitismo, deja reflexiones tan directas como ésta, un gancho a la mandíbula de los que puedan pensar que es un libro que habla del "romanticismo" del reportero.
"Ligeramente desenfocado", de Robert Capa.
Pero lo más asombroso del libro es su forma de contar las cosas, como si las palabras fueran como sus fotos: frases directas, sin artificios ni florituras. Su gramática está impregnada del realismo de esas imágenes a veces inconcebibles de civiles y militares armados. Sin ningún afán de proselitismo, deja reflexiones tan directas como ésta, un gancho a la mandíbula de los que puedan pensar que es un libro que habla del "romanticismo" del reportero.
"Ligeramente desenfocado", de Robert Capa.
1 comentario:
genial es tu blog.
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