martes, 10 de febrero de 2009

ENTREVISTA A NACHO RUÍZ, GALERÍA T20

Hace díez años pisaron por primera vez ARCO, con una apuesta que aún mantienen por el arte emergente. Este año, en mitad de la crisis y con la baja de algunas galerías importantes, Nacho Ruíz habla de cómo afronta la Galería T20 (Calle Victorino, 27, Murcia) el nuevo ciclo que se abre en la feria de arte contemporáneo más importante de España, que empieza mañana, a la que llegan con Nico Munuera, Javier Gutiérrez y Lloren Ugas como artistas seleccionados para el Premio Brugal ARCO 2009.

Fotografía del colectivo Democracia en la Galería T20.

¿Cómo se presenta ARCO 2009 con eso de la crisis económica?

Sinceramente, creo que la crisis es real, pero también tiene algo de estado mental. En ese sentido, el arte contemporáneo no es sólo una inversión, sino también una pasión de muchísima gente.

Hablando de inversiones, ¿puede convertirse en un valor refugio el arte contemporáneo?
Siempre ha sido un valor refugio en tiempos como éste. Ahora surge un nuevo escenario, en el que las inversiones típicas como la bolsa o la inmobiliaria están en crisis. Pero hay otros valores que han ido creciendo de una forma más racional (con alguna excepción), como es el arte. Es un buen momento par comprar arte: los precios no van a subir y van a producir apariciones espectaculares de obras en el mercado. Y, además, tiene una característica: la inversión en arte se disfruta.

De momento, llegáis a ARCO con tres de vuestros artistas seleccionados para el Premio Brugal ARCO.
Estamos bastantes acostumbrados a esta situación, porque T20 es la galería que ha apostado de forma más clara por el arte más emergente en la última década, y esa ha sido nuestra marca característica. Ahora mismo la galería está en un momento de cambio muy fuerte, cambiando la totalidad de la plantilla y trayendo a artistas del extranjero. Pero, aún así, y que nuestros artistas se han ido consagrando con exposiciones en las galerías más importantes del mundo, siguen siendo jóvenes.

¿Cómo está influyendo en el trabajo de las galerías las nuevas tecnologías y, sobre todo, el fenómeno de las redes sociales o Internet 2.0?
En el caso de los nuevos medios, fuimos la primera galería que expuso vídeo arte en Murcia y el día que se vendió una pieza fue una celebración. Pero ahora está totalmente asumido. En cuanto a las redes sociales, no tenemos que olvidar que una galería de arte es un espacio para el arte, para la cultura, pero también para el mercado. Nosotros hemos participado en ese tipo de cuestiones relacionadas con el net-art. Pero nuestra función no es incidir, y tampoco lo pueden hacer las instituciones: no se puede institucionalizar un arte público, sino que el contacto tiene que ser tangencial.

¿Qué balance podéis hacer de ARCO diez años después de vuestra primera feria?
Ha habido diferentes ciclos, y nosotros hemos vivido dos, el último de ellos con Lourdes Fernández. Ha habido un aumento progresivo de la calidad de la feria: se ha profesionalizado y se ha vuelto más estricta. Yo pienso que el año pasado se alcanzó la edición de más calidad de la feria, y este año creo que cerramos ese ciclo. ¿Qué va ocurrir? ARCO tendrá que hacer una demostración de ingenio para reinventarse. Lourdes Fernández es la persona idónea, pero se afronta una circunstancia compleja por la ausencia de galerías americanas y un mercado complejo. Va a ser un año muy interesante.

¿En qué sentido va la renovación?
Hace tiempo que dejamos de creer en el apelativo joven. Aún así, tenemos la intención de recuperar nuestro trabajado de rastreo, pero lo hemos centrado fuera de España, y tenemos la intención de mirar un poquito más allá. No por ello dejaremos a los artistas españoles. Nos apetece arriesgar ahora que todo el mundo se ha vuelto más conservador.

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