Dice uno de mis poemas favoritos de Antonio Machado:
"Converso con el hombre que siempre va conmigo....". Hoy me he sorprendido leyendo en
La inteligencia fracasada, de José Antonio Marina, el siguiente párrafo:
"Sin la ayuda del habla interna, nuestra subjetividad permanece inarticulada, empastada y borrosa. Nos vemos zarandeados por emociones innominadas que no entendemos. <>, gime Heine en un poema, y lo comprendo. Necesitamos analizar nuestro propios sentimientos aprovechando los recursos que el lenguaje nos proporciona. Gracias a él podemos fijar la atención en nuestra propia vida consciente. Es el órgano de reflexión".Al fin y al cabo, eso es el motivo de estas líneas y las que vendrán: la de hablar con ese hombre que siempre va conmigo, y, por encima de esa necesidad, una necesidad mayor, la de contar, la de contar historias.
2 comentarios:
Que que! que estas censurando! pero que narices ponía? dios y yo que iba a postear algo interesante!
Nada, nada reivindicamos la libertad de expresión! y que esto sea de un periodista! increible!
Publicar un comentario